Viaje a la ex hacienda de chautla
La Ex - Hacienda de Chautla tesora en sus espacios la atmósfera
de otros tiempos que impregnada en el aire de sus bosques, jardines y muros nos
permite revivir la vida de nuestro país en el pasado.
La Hacienda de Chautla tuvo
sus orígenes en el siglo XVIII como parte del marquesado de Selva Nevada que
abarcaba grandes extensiones de tierras en el Valle de Puebla y en el oriente
del Valle de México, este marquesado disfrutaba de los beneficios que el propicio
clima y las fértiles tierras de la región aportaban a través de la agricultura
con la producción de trigo, heno y legumbres que la llevaría a colocarse como
uno de los principales centros productores de estas materias primas en el
centro de México, llegando durante su época de mayor esplendor abarcar más de
6000 hectáreas de tierras productivas e implementar algunos de los primeros
sistemas modernos de explotación agrícola por medio de maquinaria especializada
La Ex - Hacienda de
Chautla se localiza aproximadamente a 90 km. al oriente de la Ciudad de México
en el municipio de San Salvador El Verde. Se puede acceder fácilmente a este
lugar tomando la Carretera Mexico - Puebla llegando hasta la población de San
Martín Texmelucan y una vez ahí seguir las señalizaciones durante 20 minutos
Aquí les tenemos una visita a un castillo de
cuento de hadas, la Ex Hacienda de Chiautla. Por la carretera vieja que conduce
a Puebla, nos encontraremos con una desviación que nos permitirá observar la
imponente estructura del Volcán Popocatépetl, que vigoroso da la bienvenida a
todos los visitantes que emocionados se dirigen hacia la Ex Hacienda de
Chiautla, situada en medio de una zona boscosa que invita al paseante a
adentrarse en sus senderos. Una vez ahí nuestro camino es enmarcado por
gigantescos jardines, el casco de la Ex Hacienda de Chiautla es de una belleza
indescriptible, miles de árboles, un lago donde se puede pescar, y en un punto
prominente, una gran fuente de mosaicos y platos de Talavera, reciben al
visitante como breve preámbulo a lo que en los interiores de este castillo
mexicano le ofrecen al visitante. Y no sólo es el mobiliario, que parece sacado
de una película medieval, sino el sitio señorial, en donde se respira
tranquilidad, fastuosidad y elegancia, que hace que uno se sienta elegido
para disfrutar de este bello lugar.
El castillo que
recuerda los señoriales de la Europa central, comenzó a construirse en 1877,
quizás para rememorar las andanzas europeas de Don Eulogio Gillow y Zavala,
mandando hacerle cuatro torres y mediante una represa hacer de sus alrededores
una especie de lago artificial que despierta mil ensoñaciones.
Es quizás la
razón por la cual ha sido escenario de películas y telenovelas, además de marco
a comerciales, bodas y algunos festejos de altos vuelos, porque nada barato es
alquilarlo para esos fines.
Sin embargo, cualquiera lo
puede visitar y pasar momentos agradables, provocando experiencias
inmemoriales, pues puede uno ir de viernes a miércoles entre las 9 de la mañana
y las cuatro y media de la tarde pagando sólo veinte pesos, aunque hay
descuentos a estudiantes y gente de la tercera edad.
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